lunes, 6 de junio de 2016

Partió.

Dedicado a Javier Echegoyen, una luz en el sendero.



Partió sin despedirse, dejando el aroma de su recuerdo impregnado en la rosa que ahora yace marchita sobre las páginas de un poemario a medio escribir. Partió, su presencia junto a ella fue breve, intensa; un suspiro invadiendo todo su ser desde lo más hondo del vientre para desvanecerse después en una exhalación. Partió, sin decir hacia dónde; tampoco él lo sabía. Partió, esperar su regreso era quimera; los que partieron antes nunca regresaron. Arrancó un pétalo arrugado, mortecino, y lo cautivó entre los versos del poemario para que la tinta alimentase su existencia. Esperaría la llegada de otras manos que continuasen escribiendo sobre las páginas; ese es el destino de los que aún no partieron.


José Cidón Periañez.

jueves, 1 de octubre de 2015

Veintiuno de septiembre.

Veintiuno de septiembre.

Veintiuno de septiembre,
cierro los ojos
y sueño con ese pequeño abedul
que preside solitario el centro del jardín.
Mi mente divaga,
soy un hombre
bailando alrededor del tronco la danza de los espíritus,
mientras la tierra se hiende
y arraigan mis dedos
en su alma,
alimentándose de ella.
Disuelto en mi savia
el otoño recorrerá mi ser
marchitando lentamente la hojarasca que me cubre,
que presto caerá
como lluvia de lágrimas muertas.

Afrontaré
gallardo
la penitencia del invierno,
arrostrando su embestida
de lluvia helada
sobre mi cuerpo desnudo.


que la primavera llegará
para vestirme de vida nueva.
Volveré entonces
a ser niño
inocente,
puro.

Veintiuno de septiembre,
cierro los ojos
y sueño...

(José Cidón Periañez)

sábado, 11 de julio de 2015

Impresiones acerca de "los espías viven por casualidad", de Gerard Bocourt.


Los espías viven por casualidad, de Gerard Bocourt.

Los espías viven por casualidad no es un libro de espionaje cualquiera. Con un lenguaje humilde y sencillo, Gerard Bocourt introduce al lector en la peligrosa vida de un grupo de miembros de la inteligencia española destinados en el Cuerno de África para abordar la no baladí misión de rescatar a la tripulación del navío español Alakrana, secuestrado por una banda de piratas somalíes. Para ello, nuestros hombres tendrán que contar con la ayuda de la inteligencia francesa, colaboradores locales y ciudadanos de a pie que se verán introducidos inconscientemente en el mundo del espionaje, creándose así una compleja trama atestada de ambiciones, intereses personales y favores mutuos que nos mantendrá en continuo suspense a lo largo de todos sus capítulos.

Bocourt rompe en esta novela con los tradicionales cánones del espionaje hollywoodiense, caracterizados por un espectacular derroche de balas, explosiones y seducción, para ofrecernos una visión que nos hará comprender que detrás de estos hombres y mujeres entregados a las órdenes de su país hay seres humanos que sienten amor y miedo, que reflexionan, que tienen sueños y proyectos de futuro, que tienen un origen y un destino.

La mano de este autor cubano nos permitirá conocer con verdadera objetividad cómo se estructura la sociedad africana, cómo son las costumbres y tradiciones de los habitantes de este continente tan desconocido para muchos europeos, qué peligros para los extranjeros y los no extranjeros esconden sus calles, cómo es la vida en los campos de refugiados y, sobre todo, qué representa la piratería y por qué se ha convertido en un medio de vida atractivamente rentable para muchos pueblos del Cuerno de África; pueblos muy distintos de ciudades del Viejo Continente como Madrid, Barcelona y París, cuyo espíritu recoge también esta novela.

Y es que hasta nuestras ciudades llegan los tentáculos del terrorismo islámico, cuestión que también aborda el autor en los párrafos de este libro enfrentando entre líneas a los lectores con una realidad que ya no puede obviarse por más tiempo: el aprovechamiento de los valores democráticos de Europa por parte de las células yihadistas para ejercer el terrorismo desde el seno de los propios países, abriendo así un amplísimo y viejo debate que en la sociedad europea abarca numerosos campos de investigación como la historia, la filosofía, la sociología, la política y la economía.

En definitiva, los espías viven por casualidad es un libro líquido, cuyos capítulos se diluyen ante nuestros ojos sin apenas darnos cuenta de ello; es un libro que no admite una única lectura, que merece ser reinterpretado en el tiempo según se sucedan los distintos acontecimientos que nuestra sociedad afronta; es un libro cruel que nos enfrenta a una realidad implacable; es un libro dedicado al lector reflexivo, investigador y amante del debate. Es un libro que no pasará desapercibido.

(José Cidón Periañez).

viernes, 10 de julio de 2015