viernes, 1 de abril de 2011

Locos y cuerdos.



Dedico este poema a Don Quijote de la Mancha, ese viejo caballero que vivió loco para morir cuerdo.

Enséñame, viejo loco,
a comprender este mundo de hombres cuerdos
que ríen, beben, bailan al son
de cánticos de sirena.

Yo no río, ni bebo,
son mis lágrimas las que bailan
al compás de una trágica balada.
El llanto de un niño;
el lamento de una mujer;
el grito de un pueblo silenciado por el disparo de un fusil;
son notas de su triste melodía.

Los locos lloramos,
los cuerdos ríen, beben, bailan al son
de cánticos de sirena...




2 comentarios:

  1. Muy buen poema José pleno de verdades amigo, de tristes verdades y una carita precoz con un deseo de aquellos que con palabras nos entendemos. Un abrazo.

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